Carta para ti papa.
Querido papa:

Hola papa, tengo ya 9 años, cada vez estoy más grande y soy más listo, y voy estupendamente en los estudios. Pero… hay algo que me preocupa, y quería hablarlo contigo papa, espero que me entiendas:

Papa me encantas cuando me acompañabas a los partidos, animabas a los compañeros y te ilusionabas cuando ves que mi equipo ganaba, perdía, o empataba, que recuerdos ¿no?, cuando me hablabas en el desayuno del partidazo que aremos, y de lo bien que nos lo vamos a pasar. Jamás se me olvidará. Pero últimamente papa veo que hablas mal de mis amigos, amigos del fútbol, compañeros que trabajan con las mismas ilusiones que yo en los entrenamientos y partidos, y siempre estas criticando y chismorreando con la gente de lo mal que lo hace mi amigo. Seguramente necesite ánimos y no una persona “envidiosa” como tú que, que esté hablando mal con la gente y poniéndole pegas, para dar a entender que yo soy mejor, pero lo triste no es eso papa, lo que me da más pena es que digas que soy mejor que el, que mi amigo no tiene nada que hacer conmigo, que no vale un duro, que no me quita el puesto ni dormido. A la persona que nombras como “el que no tiene ni idea” es mi entrenador, una de las personas que más respeto en este mundo y un ejemplo mío a seguir, para mi es mi mejor amigo papa, y me siento ridículo cuando lo criticas, me siento inútil cuando me alabas delante de él para darle a entender que soy mejor, me siento como una mierda cuando le protestas por mis minutos jugados papa. Ese subnormal que yo llamo mi amigo entrenador es una persona que me está transmitiendo los valores a través del deporte papá, me está enseñando las virtudes esenciales para ser PERSONA, no un futuro jugador de futbol.

Me siento impotente cuando mientes por mis logros, cuando mientes a los demás padres de llamadas de otros equipos interesados por mí. ¿De verdad piensas que estoy a gusto? Quiero dejar el futbol papa, para eso te escribo esta carta, un deporte del que estoy completamente enamorado, pero gracias a ti me estoy volviendo lo que nunca he sido, un egoísta, orgulloso, agresivo, envidioso, y no quiero papa, no soy igual que tu.

Siempre me pongo en la piel de la persona a la que gritas mucho…si…el árbitro. Esta persona pone un orden en el juego, se puede equivocar o no , pero siempre intenta hacerlo de la mejor forma posible. ¿Sabes cómo me siento cuando lo llamas para insultarlo papa? ¿Sabes la imagen que das siempre? Me avergüenzo de ti papa, no quiero seguir en el futbol, no quiero ser un proyecto frustrado de tu pasado papa. Quiero divertirme, pasármelo en grande con el deporte más maravilloso del mundo, pero gracias a ti lo dejo, no quiero saber nada mas de este deporte, no quiero que me uses de futura promesa, sacarte de pobre. Papa yo ahora mismo SOY RICO, estoy rodeado de mis amigos, la ilusión de mis compañeros cuando me ven llegar a los entrenamientos, y con las ganas y felicidad que me reciben, estoy con el mejor entrenador del mundo, jugando al deporte que mas me apasiona, y siempre contaba con tu ánimo desde las gradas, pero no a mi persona, sino al gran equipo que tenemos. ¿De verdad piensas que merece la pena?

Ayer el trabajo te impidió asistir al partido, me sentí libre, sin cadenas que me atas, jugando con mis mejores amigos, mis compañeros, y no mis rivales de posición. Cada vez que mi entrenador me cambiaba, yo sabía que era porque mi compañero entrena los mismos días, las mismas horas y le ilusiona y apasiona como a mi papa. El entrenador me cambio porque el lo creyó conveniente, y yo estaba de acuerdo, pero cuando tu vistes eso, luego se lo echaste en cara papa, me sentí humillado…Lo bueno que saco de esto papa ¿Sabes lo que es? Que no cometeré con mis hijos lo que tú estás haciendo conmigo, me estas quitando la oportunidad de ser niño, y estas destrozando mis momentos de felicidad. Anima a todos los compañeros, no mires los cambios, minutos, la forma de juego individual…Mira papa cuando David me da un pase de gol, mira papa nuestra felicidad cada vez que conseguimos tirar a puerta, mira nuestras caras papa, estamos disfrutando entre amigos. Papá déjame ser un niño, un niño que solo quiere jugar, no eres un ejemplo para mí. Papa te quiero, pero jamás olvido…
Raul Porras